“Y no os conforméis á este siglo; mas reformaos por la renovación de vuestro entendimiento, para que experimentéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.”
Romanos 12:2 (RVR 1909)
La tecnología y sus diversas aplicaciones útiles para facilitar la vida cotidiana han transformado radicalmente la forma en que vivimos y aprendemos. En nuestro país, la incorporación de la tecnología en la educación puede ser una poderosa aliada para mejorar el proceso de enseñanza-aprendizaje y contribuir a cerrar brechas de acceso al conocimiento. No obstante, este versículo nos ubica en una posición de cuidado ante la conformidad con las enseñanzas y patrones que sigue el mundo, llamándonos a experimentar una transformación por medio de la renovación de nuestra mente.
La carta a los Romanos, escrita por el apóstol Pablo y fue escrita para instruir a los cristianos que vivían en Roma sobre la vida cristiana. Este pasaje nos llama a no conformarnos con los estándares que ofrece el mundo, sino, a buscar transformar nuestros corazones mediante la renovación de nuestro entendimiento, alimentándonos con la voluntad de Dios. Para ejemplificar mejor el pasaje, podemos imaginar la mente humana como un jardín donde crece mala hierba, la que simboliza los pensamientos y decisiones que no están alineados con la palabra de Dios, si no luchamos diariamente con la mala hierba, ésta terminará por ahogar las plantas buenas que adornan el lugar. Por ello, la tecnología es una poderosa herramienta que, utilizada con discernimiento y propósito ayudará a adornar nuestro jardín con los más hermosos principios bíblicos.
El llamado es a fomentar el uso responsable y ético de la tecnología en el contexto escolar chileno. Enseñemos a nuestros estudiantes a ser críticos y reflexivos, usando los medios tecnológicos no solo para crecer en conocimiento, sino para ser edificados espiritualmente y redimir la tecnología para la gloria de Dios.