“Instruye al niño en su carrera: Aun cuando fuere viejo no se apartará de ella.” -
Proverbios 22:6 (RVR 1909)
La educación es uno de los pilares fundamentales en que un país construye su futuro. En el contexto chileno, la formación de nuestros niños y jóvenes es trascendental para enfrentar los desafíos que nos depara el mañana. Este versículo de proverbios ilumina nuestro camino respecto de la importancia de guiar a nuestros niños desde la edad temprana, por el camino correcto entregado por Dios. La educación bíblica no solo busca impartir conocimiento académico, busca también entregar principios significativos que les permitan vivir plenamente.
La enseñanza y sabiduría que proporcionan las Sagradas Escrituras son capaces de guiar de manera recta y prudente el vivir del ser humano, y este versículo en particular enfatiza la responsabilidad de los padres y educadores en la educación de sus hijos. En el contexto histórico, la educación es parte intrínseca de una vida cristiana, al punto de ser los impulsores y creadores de los primeros colegios y universidades del mundo, con la finalidad de colaborar con esta gran responsabilidad que Dios ha entregado a los padres.
Debemos procurar plantar la buena semilla en el corazón fértil de nuestros niños, regarla y cuidarla para que crezca y pueda convertirse en un fuerte árbol que dé mucho fruto. Esto podemos lograrlo al educar el futuro de nuestro país bajo la guía de Dios y sus preceptos, los cuales contribuirán positivamente a nuestra sociedad.
Le invitamos que, junto a nuestra comunidad educativa, nos esforcemos en proporcionar educación que no solo forme la mente, y no solo considere el aspecto social, le invitamos a educar los corazones de nuestros niños de manera integral, amparados bajo la luz admirable que entrega nuestro Señor.